Solo el 2 % de los niños nacen con malformaciones en los pies. En preescolar ya el 12 % la población sufre deformaciones, cifra que llega al 40 % en adultos.
La masa cartilaginosa de los huesos del pie no se transforma plenamente en un hueso sólido hasta los 14-18 años. Por ello los pies de los niños deben tener espacio para desarrollarse.
La capacidad de aprendizaje cognitivo es máxima entre los 7 y los 12 años. Saltar, lanzar objetos, correr o escalar sin impedimentos fomentan la habilidad física.
Al moverse con contacto directo con el suelo se favorece la formación de células nerviosas y el desarrollo del cerebro
El calzado minimalista favorece una marcha natural y una postura erguida.
El 68 % de los niños lleva zapatos demasiado pequeños, grandes o apretados.