Zapatos minimalistas en caso de deformidades en los pies
Cuando se piensa en zapatos poco saludables, quizás se piense en un primer momento en tacones de aguja de 12 cm. Pero este es solo el caso extremo; el problema real es mucho mayor: el hecho es que la mayoría de los zapatos convencionales no se corresponden con la forma natural y la función de nuestros pies, y esto no solo se aplica a los zapatos de mujer. El resultado: aparecen deformidades en los pies o, al menos, se intensifican.
Demasiado apretados, demasiado altos
Muchos zapatos tradicionales tiene un corte demasiado apretado. Además, gran parte de los zapatos tanto de hombre como de mujer se estrechan en la punta. Esto hace que el pie parezca más delicado y elegante. El inconveniente: los zapatos apretados presionan los dedos de los pies entre sí. A diferencia del estado natural de caminar descalzo, estos no pueden estar relajados en el suelo o extenderse. Además, casi todos los zapatos convencionales de uso diario, desde los zapatos de negocios hasta las zapatillas, tienen algún tipo de elevación del talón.
Juanetes y otros problemas
Muchas personas sufren de deformidades en los pies. Los juanetes son muy comunes. Seguro que has notado uno en un pie o en el otro. Un juanete es una deformidad en el valgo del dedo gordo. Esto suele deberse a una predisposición, pero se intensifica con zapatos demasiado estrechos y altos:
los tacones o las elevaciones de cualquier tipo en el talón influyen en nuestra forma de caminar y en la distribución del peso corporal al correr. Estos llevan a que las eminencias de los pies tengan que cargar con la mayor parte del peso. Por otro lado, los dedos de los pies están a menudo apretados y comprimidos. No se pueden mover libremente y de manera natural. A largo plazo, el juanete cambia el ángulo entre el dedo gordo y el segundo dedo. El dedo gordo apunta hacia adentro y, en casos graves, puede incluso deslizarse sobre el segundo dedo. El resultado puede ser dolorosas inflamaciones, puntos de presión e irritaciones cutáneas. A menudo, las deformaciones en los pies afectan más a las mujeres, ya que estas suelen llevar zapatos más estrechos y con más tacón que los hombres.
Los zapatos minimalistas pueden tener este efecto
A diferencia de la mayoría de los zapatos convencionales, los GROUNDIES® son completamente planos; esto también se denomina «tacón cero». Por lo tanto, al caminar, el peso del cuerpo se distribuye de manera uniforme y natural por todo el pie, al igual que cuando se camina descalzo. Otro aspecto importante es la ancha puntera: de conformidad con la forma natural de los pies, los GROUNDIES® no son más estrechos en la zona delantera, sino más anchos. Así, los dedos pueden extenderse y enroscarse al caminar. Disfrutas de una libertad de movimiento natural, muy parecida a la que tienes cuando caminas descalzo. Pero incluso si ya existe una deformación, los zapatos minimalistas son una buena elección. Ayudan a evitar que el problema empeore aún más y ofrecen a los pies dañados suficiente espacio, flexibilidad y libertad de movimiento que favorece la recuperación.
